lunes, 16 de septiembre de 2013

A 37 años de La Noche de los Lápices





A 37 años los lápices siguen escribiendo!!!!

Durante setiembre de 1976, estudiantes secundarios fueron detenidos y desaparecidos por el gobierno de " la dictadura" en el operativo militar conocido como "La Noche de los Lápices" una fecha emblemática para los estudiantes secundarios de La Plata. 
Cada 16 de septiembre tiene, para los estudiantes secundarios, un gran sentido simbólico. 
Representa un día en el que no pueden dejar de expresar sus opiniones sobre la educación que reciben y sobre su interpretación de la actualidad social y política.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Violencia escolar, acoso escolar hoy llamado Bullying


Violencia escolar es  ejercida entre miembros de la comunidad educativa (alumnos, profesores, padres, personal subalterno) se produce dentro de instalaciones escolares o bien en otros espacios relacionados con el ámbito escolar (alrededores de la escuela o lugares donde se desarrollan actividades extra-escolares) y  alcanza a alumnos, profesores o propiedades.  
Tanto la sociedad en su conjunto como el ámbito escolar han abandonado una educación fundada en los principios básicos de los derechos humanos, el respeto, la igualdad y la paz.
Carencia de compromiso hacia la institución escolar.
Infraestructura edilicia escolar deteriorada y sin mantenimiento constituye un símbolo de desorganización y violencia escolar.
Una forma característica y extrema de violencia escolar producida entre alumnos es el acoso escolar un cuadro que se está dando cada vez con más frecuencia entre los alumnos.
El bullying es un hostigamiento entre pares y que cada año hay más niños víctima de esto.
Unos 240 mil niños y adolescentes argentinos son víctimas del bullying y  un 7 por ciento de ellos ha intentado suicidarse.
Por este motivo, es imprescindible actuar y no dejar que esta "epidemia" avance.
Es muy importante intentar prevenir el bullying y la violencia en las aulas a través de la educación y de las relaciones entre la escuela y la familia.
Muchas veces, las causas están en esos entornos y es allí mismo donde hay que intentar atajarlas.
Pero este es un tema que nos compete a los adultos, es responsabilidad de nosotros no de los niños.
Las pautas tienen que nacer en los hogares y luego deben ser sostenidas con normas de convivencia en las escuelas, está bien que se legisle sobre la violencia escolar, pero las normas deben ser aplicadas a los adultos no a los niños.
La violencia es hoy un componente cotidiano en nuestras vidas. 
Es una manifestación que ocurre en todos los niveles sociales, económicos y culturales.
Esta se ha puesto de manifiesto también en las instituciones.
Dicha violencia fue ocultada, negada y silenciada durante muchos años por educadores y autoridades, pero evitar y suprimir esos actos violentos no ha hecho más que empeorarlos.
Debemos enfrentarnos a esta problemática que aumenta día a día.
Enfrentarlos significa reconocerla, analizarla y actuar sobre ella, esta es una manera de trabajar en prevención.
El problema debe ser tomado con firmeza y en toda su magnitud.
Debemos evitar el miedo y la angustia que la violencia produce para no caer en la impotencia y actuar desde una postura reflexiva que nos permita encarar abordajes acordes a su complejidad.
Pensar en la violencia en la escuela obliga a definir sus causas, límites y direcciones.
El personal docente se muestra vulnerable por no poder controlar la violencia en la institución escolar esto conduce a una permisibilidad y agravamiento de los comportamientos violentos.
La importancia del rol y la función social del maestro no es suficientemente valorada, comprendida y apoyada en nuestra sociedad.
Los conflictos no deben suprimirse ni negarse ya que de esta forma pueden volverse destructivos y deben ser enfrentados en forma constructiva enseñando a negociar para resolver un problema.
Comprender que al estar en un acuerdo o en desacuerdo con las ideas del otro no implica rechazo a su persona.
Aprender a especificar sus deseos, sentimientos y necesidades. 
Exponer sus propias razones y escuchar al otro.
Aprender a no juzgar a los otros.
Existen  medidas de prevención contra el bullying y la violencia escolar en general:
1.       Decálogo antiviolencia
2.      Pautas de disciplina
3.      Relación y comunicación entre familia y escuela
4.      Aprendizaje cooperativo
5.      Resolución de conflictos
El conflicto forma parte de la vida y es un motor de progreso, pero en determinadas condiciones, puede conducir a la violencia.
Para mejorar la convivencia educativa y prevenir la violencia, es preciso enseñar a resolver conflictos de forma constructiva; es decir, pensando, dialogando y negociando.
Un posible método de resolución de conflictos se desarrolla en los siguientes pasos:
·         Definir adecuadamente el conflicto.
·         Establecer cuáles son los objetivos, y ordenarlos según su importancia.
·         Diseñar las posibles soluciones al conflicto.
·         Elegir la solución que se considere mejor y elaborar un plan para llevarla a cabo.
·         Llevar a la práctica la solución elegida.
·         Valorar los resultados obtenidos y, si no son los deseados, repetir todo el procedimiento para tratar de mejorarlos.

En los programas de prevención de la violencia escolar que se están desarrollando en los últimos tiempos, se incluyen la mediación y la negociación como métodos de resolución de conflictos sin violencia.
Los docentes deben fomentar el debate crítico sobre el tema violencia escolar
Es muy importante la prevención.

Es muy importante el rol de la escuela ya que  como institución tiene la obligación de formar desde sus distintos roles poniendo  límites firmes sin caer en el autoritarismo como así también ofrecer la posibilidad de que cada uno conozca y defienda sus derechos y debe ofrecer las alternativas para adquirir una capacidad crítica frente a los mensajes que deja cada acto de violencia, se deben instaurar espacios y procesos que permitan abordar las respuestas con una responsabilidad conjunta de los distintos actores.
Para poner fin a la violencia se requiere de la participación activa de todos.
La escuela debe intentar sensibilizar a estos sectores invitándolos a participar de debates y jornadas de reflexión.
Es necesario, garantizar que los docentes hayan sido capacitados y estén en condiciones de enfrentarse al grave problema de que varios niños de su aula hayan sido víctimas o testigos de violencia.
Según un estudio, la mayoría de los alumnos sabe de otro alumno  que se encuentra en una relación violenta o vive en un hogar de maltrato.
Es necesario que la escuela concientice a los alumnos y a sus familias sobre la violencia, utilizando programas de prevención y tratamiento, grupos sobre alcoholismo, grupos de autoayuda etc.