domingo, 9 de marzo de 2014

JOSÉ LUIS CALDERÓN HISTORIA DE UN GRANDE




En la ciudad de La Plata en octubre de 1970 nacía José Luis Calderón, es un ex futbolista y actual entrenador argentino que se desempeñaba como delantero dueño de un físico privilegiado que le permite seguir dando lucha.
Comenzó a jugar profesionalmente en Defensores de Cambaceres, donde debutó y ganó el campeonato de Primera C en 1991
Transferido a  Estudiantes de La Plata  al año siguiente, obtuvo el ascenso a Primera División en 1995  al ganar el torneo de la 1 B Nacional
Luego alternó entre distintos clubes de  Argentina ,  Italia  y México  y se coronó campeón, ya en Primera División y nuevamente con el conjunto platense  Apertura 2006 torneo en el que marcó 9 goles, tres de ellos en el clásico rival   Gimnasia y Esgrima  en el que Estudiantes logró un histórico triunfo del aún recordado 7 a 0
Está en el selecto grupo de goleadores del futbol de Argentina que superaron los 320 goles.
1 ¿Quién es José Luis Calderón? 
Un tipo que siempre logró lo que quiso a través de trabajo y sacrificio.
Un tipo que antes era caradura y ahora tímido.
Un tipo frontal, recto, con los códigos que muchos perdieron.
2 ¿Y cómo futbolista?
 Un laburante que sigo entrenándome como el primer día.
3 ¿Qué hiciste con el primer dinero que te dio el fútbol?

 En el 94 había juntado mi primera plata importante para comprar un departamento.
Mi viejo vendía fruta en un carrito y se le rompió.
“¿Qué te gustaría hacer?”, le pregunté. “Un taxi sería ideal”, me dijo.
 Fui, saqué la plata, y le compré el taxi.
Y lo puso todo de Gimnasia: con calcomanías, escudo, banderita...
4 ¡¿Tu viejo era hincha de Gimnasia?! Pero fanático, enfermo del Lobo.
Me llevaba a ver a Gimnasia los sábados 
5 ¿No había pica? 

Una vez nos peleamos mal. Fue en el 95, cuando ganamos el clásico 3-0 con dos goles míos y uno de Catán.
En un gol revoleé la camiseta.
Mi viejo siempre me esperaba con mate, tostadas, y hablábamos del partido. Esa tarde, llegué y me dijo “te felicito, ¿estás contento?”. Y yo: “Sí, pa, ¿tomamos unos mates”. Agarró el mate y el termo.
“Toma, acá los tenés, cébate vos solito”. Y se fue. “Pero, papá, no te calentés”, le dije. “Pero pendejo de mierda, ¿qué te crees que sos?, ¿cómo vas a revolear la camiseta así?”.
Estuvo una semana sin hablarme.
Siempre me quedó una sensación con él: nunca me demostró la felicidad que él tenía porque yo jugara en Primera.
Si metía dos goles, me criticaba por un pase.
Siempre me rompía los huevos.
 Por eso soy así hoy, muy exigente conmigo mismo, no me conformo con nada.
6 ¿Imaginabas que ibas a llegar a los 36 años jugando en Primera? 

Cuando volví de México a Independiente y no jugué, en 2003, pensé en largar todo. 
Pero me terminaron dando más fuerza.
“Les voy a demostrar que estoy para seguir, porque tengo hambre y porque no me van a retirar, sino que yo solito voy a tomar esa decisión”.
7 ¿Cuál es la clave de tu vigencia? 
El cuerpo te pasa la factura a partir de los 30 años.
Si a esa edad el cuerpo no te responde, significa que en la juventud no hiciste las cosas bien. Es la señal de cómo te manejaste.
Yo jamás recibí esa señal. Todo pasa por la alimentación, el cuidado personal, saber cuándo hay que salir y cuándo no.
En eso soy muy rompe pelotas.
8 ¿Hasta cuántos días antes te permitís tener sexo?
 Lo hice hasta un día antes de concentrar, y todo bien.
Lo hablé con un psicólogo y con mis compañeros, y la conclusión es que todo pasa por la mente.
Por ahí estuviste una o dos semanas sin sexo, y no te podes mover en la cancha.
Te mata más la salida, ir a tomar una cerveza, el baile, el franeleo, el precalentamiento en sí más que el resto.
9 ¿Tanta bicicleta de pibe influye en este presente? 

Puede ser. De joven, laburaba en el centro de La Plata en una panadería, de ahí me iba en bici diez kilómetros hasta Ensenada para practicar con Cambaceres, y a la vuelta también en bici.
Eso lo hice día por medio durante 3 años. O sea: 20 kilómetros por día, 60 por semana, seguí la cuenta vos.
10 ¿No terminabas fusilado? 
Sí, había días que pensaba: me tengo que decidir, el trabajo o el fútbol, quería tirar todo por la ventana. Encima, por ahí caían los chicos del barrio a buscarme: “José (acentuando la “o”), ¿vamos a jugar un partido con los pibes por la cerveza?”.
 Y arrancaba. 
11 Con esa base, un entrenamiento te debe hacer cosquillas. 
A veces estás entrenando y te agarran bajones, o te quejás porque el profe te hace correr seis pasadas de cuatrocientos.
Y yo pienso: antes andaba 20 kilómetros en bici, y en el medio me entrenaba, no me puedo quejar.
Me la cantó clarita un día el Gordo Garisto.
Estaba comiendo en la concentración y me trajeron un milanesa un poco crudo. “Adela, me la puede cocinar un poco más”, le pedí.
Y vino el Gordo: “Caldera, ¡pegate una vuelta por el pasado!
Acordate del mate cocido con pan duro”.
Tenía razón. “Adela, traémela así que está bárbara”, le pedí enseguida.
Hay que darse una vuelta por el pasado más seguido.
12 ¿Te cuidas con una dieta especial? 

De pibe nunca supe lo que era una alimentación sana, comía lo que sobraba.
En Napoli, que no jugué, empecé a comer y comer, y el nutricionista me dio una dieta especial.
Me costó un montón cambiar, pero de a poquito me fui adaptando.
Prohibido no tengo nada, por ahí todos los días meto un bocadito dulce con el café para sacarme la ansiedad. Y ando bárbaro.
13 Un par de consejos claves para meter goles. 

Que el gol es un pase a la red, no siempre hay que matar al arquero.
Que en el área, el delantero siempre tiene un tiempo más; a veces pareciera que el delantero está más desesperado que el defensor.
Después, estar ubicado, tener intuición de dónde va a caer la pelota.
Cuando un goleador entra en sequía, en general es porque vos vas para un lado, y la pelota para el otro lado.
Cuando estás derecho, te cae donde vos estás. Y la metes.
14 ¿Sos de chamuyar a los defensores? 

Las peleas que tengo con los defensores pasan por “viejo marica, te vivís tirando”. Yo les contesto: “Sí, estoy viejo, me tengo que tirar porque sino no puedo jugar”. Me lo tomo en joda, y eso les da más fastidio.
Lo que pasa es que los defensores están acostumbrados a que ellos peguen y que no les peguen.
Si vos estás acostumbrado a pegar, cuando te chocan, bancatela.
15 ¿Hay mucha pica entre defensores y delanteros? 

Hoy lo hacen más para vender humo que por otra cosa, porque saben que ante un mínimo roce, ya la cámara te enfoca y a ver quién de los dos es más guapo.
Cuando te echan, se va cada uno para su vestuario, se saludan y no pasa nada. Puro humo.
16 ¿Qué es lo peor que te dijo un defensor? 
Nada grave.
Cuando recién empezaba, Sergio Vázquez me quiso asustar: “Nene, dejá de correr que te parto la pata”.
Era común que uno de experiencia le hablara así a un pibe.
“Más patadas de las que me dieron en la C, no creo que me peguen”, le contesté. Y listo.
17 ¿Qué te genera no poder sacarte la camiseta para festejar un gol? 
Es terrible.
Si te levantas la camiseta, amarilla, si te querés colgar de un alambrado, te echan. Va a llegar un momento en que vas a meter un gol y en vez de disfrutar te vas a poner a llorar.
 Porque si vos cargas a la hinchada rival o haces tiempo, bueno, está bien, pero el gol es lo más lindo que hay, y no dejan que salga la alegría acumulada.
18 ¿Está bueno vivir del gol? 
Sí. A veces por ahí fui pivote, me llevé marcas, habilité a mis compañeros, tuve un gran partido, pero como no metí goles, al otro día me ponen 4 en los diarios y me cuestionan.
Igual, si volviera a nacer, elegiría ser goleador, sin dudas.
Me encanta esa presión de tener que meter goles.
19 El mejor consejo que te dieron. 

“Lo importante no es llegar sino mantenerse” parece una frase boluda pero es muy cierta.
Es lo más difícil.
Si un jugador lleva a 10 o 15 años en Primera es por algo y se gana el respeto.
Todos los días tenés que rendir examen.
Yo llevo más de 260 goles y cada domingo lo tomo como una final, un examen, y me mato por estar bien.
20 Contame de tu infancia. ¿Pasaste hambre? 

Sí, el famoso pan duro que tenías que dejar varios minutos en el mate cocido, porque sino no se ablandaba.
Esa fue mi cena muchas noches.
Hubo días que estábamos con mi hermana y les preguntaba a mis viejos: “¿No comen?”.
El me decía: “Después, ahora coman ustedes”.
Y nada, yo me daba cuenta: lo decían porque no había. Y comían lo que quedaba.
21 ¿Cómo surge tu idea de ayudar en un comedor infantil? 
Por lo que pasé de pibe.
Me lo propuso Héctor Nieves, que está metido en la política y me conoce de chico. No me gusta salir en los diarios por eso.
Siempre digo que si uno lo hace de buena fe, no tiene que andar contándolo.
Pero si me preguntan, lo digo. También compro juguetes para los chicos, o útiles. Esto empezó con las bolsitas en México.
22 ¿Qué son las bolsitas? 
Cada diez días voy y compro alimentos en el supermercado: 7 bolsas de azúcar, 7 de yerba, de arroz, fideos, galletitas, y hago bolsitas con una de cada una.
Cuando voy en el auto y veo gente revolviendo basura, o los chicos que te piden en los semáforos, paro y les doy.
Algunos te la rechazan y te piden plata. “Plata no hay, chau”, les digo.
23 ¿Te reconocen cuando parás? 

Algunos, sí. “Eh, Caldera”, por ahí me gritan, entonces le doy la bolsa, bajo la ventanilla y rajo.
24 ¿Qué es La Favela? 

El lugar donde nací, en La Plata. Le pusieron así por las villas de Brasil. 
25 ¿Cómo era tu casa? 

De cartón y chapa; ladrillos, ni uno.
Era un cuarto grande, dividido por cortinas.
Si mi viejo se enteraba que a 20 cuadras estaban asfaltando, me decía: “José, agarra el balde y trae brea”.
Y después tapaba los agujeros del techo. Cuando podía, mi viejo vendía fruta en la calle, sino hacía de botellero.
26 ¿Habías goteras?

 ¡¿Goteras?! Llovía más adentro que afuera, era un colador.
Por suerte, el techo nunca se nos voló, mi viejo le daba mucha importancia, no sé qué le ponía, pero no se volaba nunca.
27 ¿Y el baño? Afuera, a 30 metros, era un pozo para compartir.

A la noche, no sabés cómo aguantaba el pis, no iba ni loco.
Nos bañábamos en un fuentón ancho: te sentabas y con un vaso te tiraban agua, te enjabonabas y con la misma agua te enjuagabas.
Agua fría. En la villa viví hasta los 11 años y después pasé enfrente, a los monoblocks hasta los veinte pico.
28 ¿Cómo son los picados de la villa? 

A morir: jugas por guita torneos relámpagos de ocho de la mañana a ocho de la noche en el verano.
Jugas, te tomas una cerveza, seguís jugando, a veces te pagan lo apostado, otras te tenés que pelear.
Se arrancaba bien pero ya en la semifinal, con todos medio “copeteados”, empezaba el quilombo.
Yo no era de pelearme habitualmente, pero me han llenado la cara de dedos mil veces.
29 ¿Es más jodido jugar en Primera o en la villa? 
En la villa; en Primera te cuidan más.
Mira a Tevez.
Si vos salías a pelearle, a forcejear, entrabas en la de él.
- ¿Tevez se hace fuerte en juego aéreo? - No, se hace fuerte en pelota al piso, en recibir de espalda, en meter el culo, ahí no se la podes sacar, y eso te lo da la villa. También el terreno donde pateas. Y jugar descalzo. 
30 ¿Vos jugabas descalzo? Sí, muchas veces.
Con piedritas, vidrios, de todo, y nunca me corté.
Y si me cortaba, ni me enteraba. Tenía un par de zapatillas, pero eran para ir a la escuela. Cuando llegaba a casa, mi viejo me pedía que me las sacara para jugar: “Ponete dos izquierdas, dos derechas, o anda descalzo, pero ésas dejalas para el colegio”.
31 ¿Cuál fue la principal enseñanza que te dejó la villa? 
Un montón.
Hoy voy a La Favela, me saludo con todo el mundo y me quedo a tomar cerveza con ellos.
Gracias a Dios me adapto a todo.
Si tengo que hacer una charla con Niembro para la tele, voy con saco y corbata y si tengo que ir con los amigos de La Favela a comer un chorizo con cerveza, lo hago igual.
32 ¿Cuáles son los códigos de la villa?

 Ir de frente.
 Me ha pasado muchas veces de decir: “¿Van a salir? Voy con ustedes”.
Y ellos me contestaban: “No vengas porque vamos a hacer esto y esto, y nosotros estamos sucios”.
Eso es ir de frente.
El verdadero amigo es el que te dice la verdad, el que no te quiere involucrar.
Si yo voy a comer a la casa de un amigo, no me voy a acostar con su mujer, porque para mí las mujeres de mis amigos tienen bigote.
 Y después escuchas a tipos que se llenan la boca y hacen cada desastre... 
Lamentablemente el ambiente del fútbol te lleva a ser mentiroso, hipócrita, ventajero, falso. 
Y ése es el supuestamente más vivo. Para mí no es el más vivo.
33 De que cuadro sos hincha en realidad?
Amo Cambaceres sera que en realidad que es al Club que le debo todo.
Cuando jugué siempre deje todo en cada partido 
Por cada lado que pasé como Profesional lo sentí como fanático así que fui de cada cuadro donde trabajé.
El día que dirija seré fanático de donde ejerzo la Dirección Técnica.
34 ¿Afanaste alguna vez? 
No, es rarísimo, pero debo ser un perro verde.
Mi viejo me la cantó clara desde pibe: “Si vos me traes un caramelo afanado, te corto los dedos y te llevo a la comisaría”.
Mi viejo nunca tocó nada, y eso que le faltaron muchas cosas, eh.
35 En La Favela debe haber varios de la barra de Gimnasia, ¿nunca tuviste problemas? 
No, porque yo soy muy calentón, entonces no soy de cargar a la gente, porque no me gusta que me carguen.
Siempre respeté.
Después del 7-0 muchos me quisieron hacer la foto con los 7 deditos y dije que no. El fútbol es una rueda.
36 ¿Por qué te echaron de las inferiores de Estudiantes? 

Yo había entrado con cinco años y en quinto grado me bajaron.
Lo más triste de todo es que me dejaron libre no porque jugara mal, sino porque era bajito.
Hay chicos que se desarrollan antes que otros y yo no era uno de ésos, mala leche. Fue una patada en los huevos.
Mi viejo me dijo: “Ahora tenés que trabajar, vendes fruta conmigo o te buscas un laburo, porque las cosas no están bien”.
A los 15 días un amigo mío me dijo: “Voy a dejar de laburar en la panadería de 9 y 41, si querés presentate el lunes”. Fui y empecé ese mismo día.
37 ¿Qué hacías en la panadería? 
De 6 a 8 acomodaba el pan y las facturas para el mostrador, de 8 a 12 hacía reparto en bici para bares y cafeterías, de 12 a 1 baldeaba todo y me iba.
Un día, Pochi Mendoza, un técnico, me dijo: “Cuando quieras, vení a Cambaceres”. Y así, con un par de facturas y una Coca de almuerzo, todo hinchado, me iba hasta Ensenada en bici.
38 ¿A Gimnasia fuiste por despecho? 

No, nunca fui un tipo rencoroso. 
Aparte si un día tengo que dirigirlo lo haré con seriedad y responsabilidad.
Ahi como te dije antes pasaré a ser hincha de Gimnasia.
39 ¿Cómo hiciste para no darte por vencido con tantas pálidas?
Porque siempre tuve a Cambaceres en la mano, con una puertita abierta.
Antes que quedarme pateando en el barrio, iba a Camba.
Y cada vez que iba, rendía.
40 ¿Te hicieron un favor al no ficharte en Gimnasiaa? 

Seria mi destino empezar en Cambaceres e ir creciendo dia a dia
41 Si hubieras llegado a la Primera en Gimnasia, ¿cómo te habrías manejado . 
Como un Profesional dejando todo por la camiseta como lo hice en todos los Clubes.
42 ¿Es muy distinto jugar en la C que en la A? 

Nada que ver.
No sólo por los jugadores, sino también por las canchas y el entorno.
-En la C jugas más por amor a la camiseta: terminabas el partido, te subías al micro y tenías el sándwich con la gaseosa y nada más.
Cuando empecé a meter goles en Cambaceres, el presidente me dijo: “Deja de trabajar y yo te pago el sueldo que ganabas en la panadería, así te dedicas a esto”. Eso fue lo único que recibí.
43 ¿Es más jodido meter goles en la C o en la A? 
En la C: la pelota pica para cualquier lado, hay un solo juez, sin asistentes, sin cámaras, con dos policías, si te pegan una piña no la ve nadie.
Todos los cortes que tuve fueron en la C y en la B, y todos por piñas.
Miguel Ignomiriello, mi DT cuando empecé en Camba, me dijo: “Al área no entrés porque te matan a piñas”.
En el primer córner me quedé afuera del área y sentí el ruido de la piña que le dieron a uno. Tremendo.
44 ¿Cuál es la cancha más jodida?

 La de Lugano es brava, está en un pozo, detrás de la villa. La de Dock Sud, la de Midland.
45 La vez que la pasaste más fulera. 
Una vez le ganábamos 1-0 a San Telmo en su cancha, desapareció la policía, y nos vinieron a apretar en el entretiempo: “Acá hay que perder, eh”.
 Cuando se fueron, los capos del equipo me tranquilizaron: “Seguí como siempre, nosotros nos arreglamos”.
Otra vez, en Argentino de Quilmes, jugando en Quinta, hubo una falta que el juez no cobró, saltó uno, otro, un padre, la policía, terminamos todos a las piñas.
 46 ¿Cómo tomaste el descenso con Estudiantes? 
El Gordo Garisto, que había ido a argentinos, me quiso llevar.
“Luis, me quiero quedar a dar vuelta esto, si no es una mancha que no me la saco más”, le dije.
Nos quedamos el Rusito Prátola, Rubén Capria, Paris, yo y algunos pibes, después vinieron Russo y Manera, trajeron refuerzos grosos como Bossio, Llop, Rojas, Leo Ramos, explotó y subimos.
47 ¿Jugaban con mucha presión? 
Muchísima. Había que subir o subir.
La clave es que se armó un grupo bárbaro.
Para mí, cuando un equipo consigue algo es porque está muy unido, si no es jodidísimo.
48 Tu gol más importante. 
El más importante es el que va a venir.
49 El día más feliz y el más triste en el fútbol. 
El más triste cuando descendimos, parece que se te cae el mundo.
El más feliz, cuando entré cinco minutos contra Perú por las Eliminatorias 98, que todo el estadio empezó a pedirme. No lo podía creer.
50 ¿Qué es lo mejor de ser futbolista? 
Hacer lo que a uno le gusta.
51 ¿Y lo peor? 

Tener que bancarte salir de un cancha tirado en el piso del micro porque te cagan a piedrazos. 
Y que te la creas.
Uno es jugador de fútbol adentro de la cancha, afuera sos un laburante como cualquiera, más allá del privilegio por la situación económica o la fama. Somos todos iguales, la diferencia es que uno sale en la tele.
Todos vamos a parar al mismo pozo.
¿Qué es lo que menos te bancás del ambiente? 
Las falsedades, sobre todo la del jugador.
Ahora se da el rito moderno de saludarse antes de empezar y después, si pueden romperte la pata, te la rompen.
Entiendo que todos juguemos a ganar, con ventaja, el gol de Diego con la mano vale para mí, es la picardía, todo bien, pero no le cagués la vida al otro.
Y si te pueden mandar en cana, también lo hacen, no me lo banco.
Después van todos 20 días juntos a Punta Mogotes y se cagan de risa.
Es así: en este ambiente hay un montón de falsedades.


Fuente: Reportaje publicado en El Gráfico en la edición de noviembre de 2008 Por Diego Borinsky


 Como Jugador



Como entrenador



REFLEXION
Un hombre que siempre fue de frente y se banco las consecuencias.
Un ejemplo de deportista para todos los chicos que se inician y los que están en carrera.
Actualmente es parte y goleador del seleccionado Argentino  en el Indoor Show
Los grandes quedan en la memoria de todos como ser humano posee todas las virtudes y en la que se destaca es la humildad que puede considerarse una de las más difíciles de conseguir y José Luis Calderón es eso humildad porque: “El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad”