Los múltiples factores desencadenantes del comportamiento de los niños y adolescentes van asociados a la desintegración familiar, deterioro social y problemas económicos.
Estos son causales propicias e influyen en el joven para iniciar el consumo de drogas llevándolo posteriormente a la deserción escolar y luego cometer actos delictivos que va desde el hurto hasta el homicidio.
Las drogas generan violencia y esta a su vez es considerada una enfermedad social que ha adquirido y se convirtió en uno de los problemas de salud pública mas graves que aquejan a nuestro país, siendo la situación mas alarmante entre adolescentes de 10 a 17 años.
Los niños y jóvenes con problema de droga trastornan la familia, la comunidad y la sociedad en general y ponen en peligro su desarrollo sano y sostenible.
Tanto la droga, como el maltrato y la violencia provocan secuelas psicoafectiva que tendrán un impacto negativo en mayor o menor medida en el proceso de crecimiento y desarrollo del ser humano durante la infancia y adolescencia y así mismo condicionarán la posterior adaptación social del sujeto sano, dejando evidente que la edad e inicio del consumo de drogas se encuentra entre los diez y diecisiete años, o sea inicio de la adolescencia.
Por otro lado es evidente que la desintegración familiar y la falta de bases sólidas dentro del hogar, la paternidad irresponsable (problema muy común entre nuestros adolescentes), la pobreza, la falta de trabajo de los padres, el hacinamiento, el no tener una vivienda digna son factores desencadenantes para el comportamiento de estos niños/as y adolescentes.
La deserción escolar es producto del inicio del consumo de drogas a edades tempranas.
En nuestro país, las estadísticas nacionales muestran que los indicadores más graves se concentran en la escuela media, con una abandono interanual del 8,54% en los primeros años, que llega al 19,79% en los últimos tres. Esto afecta, principalmente, a 270.000 adolescentes.
La repitencia, que tiene gran incidencia en el abandono escolar, es del 10,38% en los primeros años del secundario y de 7,58% en los últimos.
El problema de la deserción es serio, sobre todo en los últimos tramos del secundario, el abandono es el último segmento de un proceso cuyos primeros síntomas son el bajo rendimiento escolar, la repitencia y el ausentismo, por lo cual se vuelve fundamental fijar medidas de prevención.
Si bien ley de educación nacional fija la obligatoriedad de todo el secundario y establece como objetivos garantizar la inclusión educativa y garantizar a todos los accesos y las condiciones para la permanencia y el egreso de los diferentes niveles del sistema educativo.
El hecho de que la secundaria sea obligatoria, amplia el compromiso del Estado, y que si bien el problema del abandono requiere políticas públicas, las estrategias deben ser individuales porque cada chico es un mundo. Y al respecto no existen políticas públicas ya que la deserción existe, es un problema y como tal tiene que ser atendido
Finalmente si no hacemos todos los esfuerzos necesarios que involucre a instituciones publicas y privadas para ayudar a nuestros jóvenes a salir del circulo de la droga estaremos cultivando una juventud enferma y no jóvenes que resulten a futuro productivos para la familia y el país.
El progreso de una nación depende de su población, si tenemos jóvenes sanos física y mentalmente construimos un país libre de drogas.
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