¿PARA QUE SIRVE HABLAR DE ELLO?
El derecho a la Identidad debe ser entendido como una condición de la persona humana, un Derecho Humano Absoluto, personal, inalienable e imprescriptible, y considerado de protección nacional e internacional.
El derecho del ser humano de conocer su origen, el tronco común y la familia extendida se constituye en información imprescindible para conformar y definir el ser y existir en el mundo, por cuanto es tarea del desarrollo de cada persona para llegar a establecerse en un adulto integrado.
A veces solemos preguntarnos cual es el real significado para hablar del Derecho a la Identidad o para que sirve hablar de ello y concientizar a la sociedad sobre este tema:
a.-) Hacer conocer que un individuo es portador de los derechos personales e individuales en virtud de los elementos propios a su naturaleza y requiere su eficaz protección.
b.-) El Derecho a la Identidad en su estrecha relación con la independencia identifica a la persona como un ser que se autodetermina, se autoposee, se autogobierna lo que significa que es dueña de si y de sus actos.
c.-) El Derecho a la Identidad personal es uno de los derechos que tiene significación amplia.
Presume un conjunto de particularidades, de calidades, tanto de carácter biológico como asimismo los referidos a la personalidad que asienten la caracterización de un sujeto en sociedad.
Particularidades que facilitan expresar que cada ser humano es el que es y no otro.
El derecho de toda persona a conocer su identidad de origen figura en los derechos esenciales e intransferibles del ser humano, y deben ser considerados garantías implícitas, es el respeto de los derechos esenciales, principales y fundamentales del individuo, el de conocer su origen, comprendiendo en ello a conocer quienes son sus padres y debe predominar la verdad real o sea la verdad biológica.
Debe existir para esto responsabilidad del Estado pero también responsabilidad social para garantizarlos.
Deben existir campañas de concientización por parte del Estado y decisión política para asentar en la agenda pública el derecho del niño como ciudadano, es señalar y que se entienda que tienen derechos aunque no voten.
La valoración social de los niños como sujetos debe ser una gran tarea país, creando mecanismos de intervención en la transformación, ejecución y evaluación de la política social.
Este proceso de cambio cultural donde se propone que los niños deben ser protagónicos en la propuesta, debe ser considerada como imperiosa, de profundización democrática, demandando una sociedad más inclusiva y respetuosa, por eso es necesario reformularse la relación del Estado con la Sociedad Civil de modo tal que desde diferentes áreas podamos construir sensibilidad social y originar una respuesta de responsabilidad social dirigida a la infancia.
El desafío seria separar la política de protección de los derechos de los niños de la política criminal de los niños que tienen conflictos con la Ley
Incorporar la figura de los derechos de la infancia y los adolescentes en las políticas sociales básicas y hacerlas mas incluyentes.
Pasar de lo asistencial a la inversión social para producir igualdad de oportunidades, fortaleciendo la familia.
Crear mecanismos para que los servicios y la justicia lleguen a la gente.
En estos importantes cambios deben incluirse los de la Ley de Adopción, primando el interés superior del niño mediante una ley ágil que permita ubicar al niño en una familia y que no que esté años pasando por diferentes instituciones que lo único que hacen es despersonalizarlos como individuo.
De esta manera también se evitarían las apropiaciones y la trata de personas.
Es solamente la apreciación personal de alguien que trabaja con sectores marginales y que sostiene que para encontrar soluciones a un problema primero hay que establecer con claridad cual es el problema.
Y que en un país existan todavía chicos indocumentados o que tengan solo certificado de “nacido vivo o parto”, es que hay algo que no funciona, por eso es necesaria la intervención participativa de la sociedad civil y las campañas de concientización por parte del Estado, asesorando a los sectores vulnerables.
Si se toman en cuenta la opinión de quienes viven en sectores vulnerables permitiendo que el apoyo sea directo a las poblaciones de menores recursos, sin que exista el clientelismo y que no se tome a la gente de rehén, habría más justicia social, la ayuda llegaría donde tiene que llegar, el Estado tiene los recursos humanos y económicos solo falta una decisión política la de “ponerlos en practica”.
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