El Sida puso en peligro la salud física, social y económica de la sociedad, por eso debe ser un problema que nos compete a todos y tiene que ser un desafío colectivo para combatirlo.
Una de las más graves consecuencias es la discriminación de las personas que viven con el VIH/SIDA, por parte de los distintos sectores de la sociedad.
Esta discriminación, además de ser una lesión social, constituye una violación a la dignidad y a los derechos fundamentales de quienes se encuentran afectados por el virus, ya que cuando los discriminamos estamos suspendiendo los derechos que tiene todo ser humano.
Siglo XXI y no hemos sido capaces de entender que el Sida afecta la salud y la vida del ser humano, pero nunca su dignidad y sus derechos.
Cuando discriminamos establecemos lamentablemente una división que enfrenta y separa a la sociedad, se disgrega en grupos y se genera la falta del sentimiento de solidaridad.
Las consecuencias de esta discriminación son perjudiciales a la sociedad en su conjunto ya que existe una relación entre la protección de los derechos de las personas con el VIH/SIDA y las posibilidades de prevenir la infección en beneficio de la salud de toda la sociedad y porque nos estaremos preguntando?:
1.- Porque las personas que tienen riesgo de estar infectadas no acuden a realizarse la prueba de detección.
2.- La aleja de los servicios de salud por temor a que el personal que proporciona dichos servicios divulgue la condición del paciente en el lugar de trabajo o en el lugar donde vive.
3.- Reduce la participación de quienes viven con el VIH/SIDA en los programas o campañas que sirvan para concientizar y difundir información a prevenir la infección en la sociedad.
4.- Suspende o restringe el ejercicio de los derechos fundamentales de las personas que están infectados por el VIH o enfermos de SIDA, aumentando su sufrimiento.
La discriminación trae aparejada consecuencias sociales ya que afecta la prevención de la enfermedad porque:
Aleja a la sociedad de los lugares donde se brinda información sobre el Sida.
Refuerza la idea errónea de que el Sida es una enfermedad que padecen determinados grupos sociales, tales como drogadictos intravenosos, homosexuales o prostitutas, entonces con este juicio de valor , se piensa si no pertenezco a dichos grupos no estoy en riesgo de infectarme.
Fomenta la intolerancia hacia determinados grupos sociales que de manera equivocada son encasillados como agentes trasmisores de la enfermedad.
Divide a la sociedad evitando aceptar una responsabilidad compartida para evitar la enfermedad.
La discriminación es uno de los principales obstáculos que daña los esfuerzos para reconocer el desarrollo de la epidemia.
La defensa de los Derechos Humanos de las personas que viven con el VIH/SIDA y su protección en contra de las conductas discriminatorias son dos de las respuestas a la epidemia.
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