La adolescencia es un período evolutivo del ser humano en donde se realiza la transición entre la infancia y la edad adulta.
En este período se producen cambios en las esferas biológicas, psíquicas y psicosociales. La duración de este período varía de sujeto en sujeto, porque los tiempos de maduración psíquica y de transformaciones hormonales no tienen cronológicamente un momento exacto en hacer su aparición.
Entrando en la adolescencia se producen cambios físicos muy importantes, vividos con dramatismo por el sujeto. Los cambios hormonales son acompañados con cambiantes estados de ánimo, el sujeto se siente desbordado, la situación lo supera y se encuentra sin recursos internos y externos para afrontar estos cambios. Entre estos cambios corporales puedo mencionar: el aumento de la talla, de sus pies, manos, en el hombre aumento del dorso y los hombros, los genitales, además de cambios en su voz, y del crecimiento de vello púbico, bigote, axila, etc.
En las mujeres se producen cambios en su cintura, vello, aumento de sus pechos, etc. El adolescente siente, sufre y está expuesto a una serie de situaciones que muchas veces no entiende y no sabe cómo manejarlas.
Los Padres
Los padres, (o quienes cumplan estas funciones), son los primeros modelos de identidad para el joven. Son los encargados de la formación educativa de sus hijos, de transmisión de valores, de brindar seguridad, apoyo, confianza y afecto, y orientación, y deben acompañar a sus hijos en este difícil proceso de transición. Muchas veces los hijos no reciben este apoyo, y los padres no consiguen ser el sostén que deberían ser.
La Escuela
También es muy importante el papel que cumple la escuela en los niños y adolescentes.
La escuela es el lugar donde el chico se socializa, transita por un espacio de aprendizaje pedagógico-educativo de vida, recibe apoyo, conoce hábitos de vida saludables, se relaciona con grupos de pares y profesores, que son adultos significativos para el adolescente.
La escuela por todas estas características es un lugar imprescindible para la prevención en drogadicción. La formación educativa y el aprendizaje de por si ya son una forma de prevención primaria indirecta, que apuntan a desalentar el consumo, a actuar antes de que la adicción se haya consumado. Lamentablemente son pocos los casos en que las escuelas cumplen enteramente con estas posibilidades. No siempre satisface las necesidades de los niños y adolescentes y no siempre les brinda las herramientas necesarias para enfrentar las exigencias del mundo del adulto. A su vez es alto el porcentaje de jóvenes que no pasan por esta etapa escolar media. Personalmente opino que se tendría que implementar fuertes medidas desde el Estado, estrategias y programas de prevención contra la drogodependencia, ya que desde la escuela, y con la participación de toda la sociedad en su conjunto, es mucho lo que se puede hacer para desalentar el uso y el consumo de sustancias. Para eso el Estado debe actuar seriamente y no desentenderse de la situación, asumir responsabilidad y compromiso y hacerse cargo de esta dura problemática social que nuestra sociedad padece, para ayudar a quien está inserto en esa problemática. Pero sobre todo para prevenir y disminuir el acceso al consumo en los grupos más vulnerables de la sociedad, y así mejorar indirectamente algunos de los problemas actuales de nuestra sociedad, como por ejemplo la delincuencia, la prostitución y el contagio de SIDA.
Volviendo al término "adolescencia-adolescente", éste último proviene del vocablo adolecer y se lo usa para describir un "sujeto que adolece". Durante la adolescencia se produce un reordenamiento de lo funcional, surgen nuevos impulsos y energías de índole sexual que el sujeto debe elaborar y responder ante esto que le sucede. Es una etapa de búsqueda de identidad definitiva, de exploración del propio cuerpo y de acercamiento al cuerpo del sexo opuesto. Se dan también los fenómenos de identificaciones y la búsqueda de ideales.
Cuando el monto de libido (energía psíquica) que se libera en esta etapa no es canalizado en otras actividades o vínculos que no guarden relación directa con lo sexual, como por ejemplo actividades culturales, recreativas o deportivas, esa libido no utilizada, no ligada, se estanca, y es allí que pueden dar lugar a entre otras cosas, a conductas adictivas.
El adolescente sufre por crecer, sufre porque se va dando en forma gradual algunas pérdidas o duelos por los que debe atravesar. Por ejemplo se duela por el abandono del cuerpo infantil y de la dependencia. Debe ir dejando ese lugar de niño y prepararse para ocupar roles adultos. Debe ir logrando el despegue gradual de su familia, debe lograr la destitución de sus padres como únicos referentes (caída de las imágenes parentales), y alcanzar su propia autonomía. Y para eso debe buscar objetos de amor exogámicos no incestuosos y establecer vínculos externos a la familia. Es por esto que los grupos de pares y la escuela pasan a ser muy relevantes en esta etapa.
Rechazo de lo Adulto - Trasgresión a la Ley
Cuando el adolescente está transitando el camino intermedio de seguir ocupando ese rol de niño-dependiente, o pasar a ser un adulto-independiente, se suelen comportar tanto como niños y como adultos al mismo tiempo en distintas circunstancias. Y es allí donde todo lo que tenga que ver con el adulto muchas veces es vivido con resistencia. Una de las formas en que esto se manifiesta es a partir de la trasgresión a la ley, "lo prohibido", enfrentarse a las normas y a las reglas, tanto en la familia, como en la escuela y en la sociedad. El modo de cuestionar esa ley es transgrediéndola.
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