Los problemas sociales en la Argentina, han agudizado como consecuencia de la inseguridad económica que hoy tienen todas las familias, creando situaciones indignas y de extrema pobreza en la mayoría de los casos, realidad esta que no garantizan el derecho a la vida, a la educación y a una vivienda digna de los grupos más vulnerables que son los niños y adolescentes.
Como consecuencia surgen una serie de violaciones a los derechos humanos que se traducen en distintas formas de violencia, convirtiendo a los niños y adolescentes en esclavos, como en caso de la explotación laboral, mendicidad organizada, prostitución infantil, consumo de drogas y los convierte en niños en situación la calle.
La ausencia de un Estado que no asume su indelegable rol tutelar y no concurre al amparo de niños y adolescentes que padecen hambre, desnutrición, maltrato, abandono, abuso de autoridad, una legislación inadecuada y que nos los protege y la justicia de menores que es ineficiente por su lentitud lo que hace que a la vez sea ineficaz.
En los niños que se encuentran en situación de calle se ponen de manifiesto loa factores determinantes que desencadenan esta situación, que son los escasos ingresos de sus padres, el hacinamiento, no tener una vivienda digna, no tener agua potable, la falta de afecto desde el nacimiento, la deserción temprana del sistema escolar, el acceso a la red de servicios de salud y la falta de propuestas que estimulen su crecimiento y afirmación como ser humano en el futuro.
Debemos tener en cuenta las condiciones denigrantes que sufren muchos de ellos que por necesidades económicas, los adultos o mafias organizadas aprovechan las carencias y las situaciones de pobreza de estos niños haciéndoles efectuar trabajo esclavo y hasta prostituirse.
Estos niños viven permanentemente en la calle, en situación de alta vulnerabilidad, expuestos al riesgo de ser explotados física, económica y sexualmente y, en muchos casos han hasta perdido sus vidas.
Es dable tener presente que la marginalidad y la falta de expectativas a futuro han implementado una droga barata y letal que empuja a los niños y jóvenes a evadirse de la realidad.
Y quien hace algo por estos niños? la gente pide a gritos mandarlos a la cárcel, pero no es la solución, acá la solución es el problema de base, y no hay nadie que lo ataque.
Si como argentinos queremos construir un país en serio, estos temas deben ser claves e impostergables a los fines de implementar políticas activas, respetando los derechos de los niños, para no convertirnos en cómplices del estado que ante estos flagelos miran para otro lado respetemos los Derechos Internacionales del Niño.
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