El “Día
Mundial de la Lucha contra la Lepra”
se celebra el último domingo de enero de cada año tiene como objetivo
sensibilizar sobre la existencia de esta enfermedad y denunciar la preocupante
presencia que esta enfermedad milenaria tiene aún en países de Asia, América
Latina y África
Se celebra desde el año
1954 por la iniciativa de Raoul
Foullerau quien proclamaba que los enfermos de lepra eran enfermos como los
demás.
Desde entonces dedicó su vida a la lucha contra
esta enfermedad.
En 1930 viaja a Nigeria como enviado de un
periódico Argentino, y descubre así la existencia de los leprosos.
En 1942 encabeza el
proyecto de construcción de un pueblo de Leprosos en Adzope (Costa de Marfil),
que en 1963 se convirtió en el Instituto Nacional para la Lepra que lleva su
nombre.
En 1952 presenta una petición a la ONU pidiendo la
elaboración de un estatuto internacional de los enfermos de lepra y la
sustitución de las leproserías/prisión por centros de tratamiento de lepra.
La Asamblea Nacional Francesa aprueba por
unanimidad esta iniciativa en 1954 y pide que se inscriba en la orden del día de la ONU
Simbólicamente este gran
hombre propuso organizar el “Día Mundial de la Lepra”, que se celebró por
primera vez el último domingo de enero de 1954.
Su objetivo principal
era sensibilizar a la sociedad sobre la existencia de esta enfermedad y para
ello lo más importante era alejar la imagen negativa que se tenía de los
afectados.
Desde entonces el “Día Mundial de la Lepra”
ha obtenido cada vez más una mayor respuesta, y ha contado con una mayor
implicación de la sociedad y de los medios de comunicación
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda
que el diagnóstico precoz y el inicio temprano del tratamiento mediante
poliquimioterapia es la mejor estrategia para eliminar la enfermedad como
problema de salud. El objetivo es alcanzar una prevalencia de la lepra por
debajo de 1 caso por cada 10.000 habitantes, prevenir la discapacidad e impedir
la transmisión de la enfermedad.
La lepra es una enfermedad bacteriana e infecciosa que ataca la piel, por lo que el aislamiento no solo no es necesario, sino que conlleva un alto impacto psicológico para el afectado.
La lepra es una enfermedad bacteriana e infecciosa que ataca la piel, por lo que el aislamiento no solo no es necesario, sino que conlleva un alto impacto psicológico para el afectado.
En los países menos desarrollados el miedo a la
marginación, y las deficientes condiciones de la sanidad pública, hacen que los
pacientes oculten su situación, con lo que no reciben el tratamiento adecuado y
la lepra continúa siendo contagiosa, además de provocar daños permanentes.
La lepra se cura con un tratamiento sencillo,
eficaz y gratuito en todos los países gracias al acuerdo alcanzado entre la OMS
y los laboratorios.
Es primordial detectar a todos los enfermos lo
antes posible y asegurarles un tratamiento adecuado.
La mejor forma de eliminar la
lepra consiste en desarrollar programas de concienciación de la comunidad
destinados a eliminar la estigmatización relacionada con la enfermedad y en
asegurar la disponibilidad de servicios y medicamentos para diagnosticarla y
curarla.
La
principales medidas que están tomando la OMS y sus asociados para eliminar la lepra
son:
· Asegurar que
los organismos sanitarios nacionales y locales asuman plenamente su
responsabilidad de fomentar la detección, diagnóstico y tratamiento precoces de
la enfermedad
·
Fomentar el
diagnóstico y la polifarmacoterapia (el tratamiento más eficaz y mejor
tolerado) precoces, e integrar esta estrategia en el sistema de atención
primaria ya existente
·
Asegurar un
suministro regular y gratuito de la polifarmacoterapia
· Vigilar los
progresos realizados en la eliminación de lepra, para asegurar que los
programas nacionales de los países endémicos sigan por el buen camino y que las
estadísticas sean fidedignas.
Lo
esencial de la estrategia de eliminación para curar la lepra, es evitar la
discapacidad y reducir la carga de morbilidad consiste en detectar a todos los
pacientes lo antes posible y en proporcionarles polifarmacoterapia.
OMS
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