Mielomeningocele es una malformación congénita (defecto del nacimiento) del sistema nervioso en el que la columna vertebral y el conducto raquídeo no se cierran antes del nacimiento.
Esta afección es un tipo de espina bífida.
Aparece con una incidencia de aproximadamente 1 de cada 1,000 nacidos vivos.
Causas
Normalmente, durante el primer mes de un embarazo, los dos lados de la columna vertebral (espinazo) se unen para cubrir la médula espinal, los nervios raquídeos y las meninges (los tejidos que cubren la médula espinal).
La espina bífida se refiere a cualquier defecto congénito que involucra cierre incompleto de la columna vertebral.
El mielomeningocele es el tipo más común de espina bífida.
Es una anomalía del tubo neural en la cual los huesos de la columna no se forman completamente, lo que da como resultado un conducto raquídeo incompleto.
Esto hace que la médula espinal y las meninges (los tejidos que recubren la médula espinal) sobresalgan de la espalda del niño.
Aunque no es una enfermedad mortal, produce graves daños neuronales, entre ellos, hidrocefalia y discapacidades motrices e intelectuales en el niño.
El resto de los casos de mielomeningocele son en su mayor parte:
• Espina bífida oculta, una afección en la cual los huesos de la columna no se cierran, pero la médula espinal y las meninges permanecen en su lugar y la piel generalmente cubre el defecto.
• Meningocele, una afección en donde el tejido que cubre la médula espinal protruye a través del defecto de la columna, pero la médula espinal permanece en su lugar.
También se pueden presentar otros trastornos congénitos o defectos de nacimiento en un niño con mielomeningocele.
La hidrocefalia puede afectar hasta el 90% de los niños con mielomeningocele. Igualmente, se pueden observar otros trastornos de la médula espinal o del sistema musculoesquelético, incluyendo siringomielia y dislocación de la cadera.
La causa del mielomeningocele es desconocida.
Sin embargo, se cree que los bajos niveles de ácido fólico en el organismo de una mujer antes y durante el comienzo del embarazo juegan un papel en este tipo de defecto congénito. La vitamina ácido fólico (o folato) es importante para el desarrollo del cerebro y la médula espinal.
Síntomas
Un recién nacido puede presentar un saco que sobresale de la mitad a la parte baja de la espalda. El médico no puede ver a través del saco cuando proyecta una luz por detrás.
Los síntomas abarcan:
• Pérdida del control de esfínteres
• Falta de sensibilidad parcial o total
• Parálisis total o parcial de las piernas
• Debilidad en las caderas, las piernas o los pies de un recién nacido
Otros síntomas pueden abarcar:
• Pies o piernas anormales, como pie zambo o pie bot (Se presenta cuando el pie se curva hacia adentro y hacia abajo)
• Acumulación de líquido dentro del cráneo (hidrocefalia)
• Pelo en la parte posterior de la pelvis llamada área sacra
• Depresión del área sacra
En algunos casos, cuando se detecta un defecto severo a principios del embarazo, se puede considerar la posibilidad de aborto terapéutico.
Después de nacer, generalmente se recomienda una cirugía para reparar el defecto a temprana edad.
Antes de la cirugía, el niño tiene que ser tratado con cuidado para reducir los daños a la médula espinal expuesta.
Esto puede incluir un cuidado y posicionamiento especiales, dispositivos de protección y modificaciones en los métodos de alimentar, manipular y bañar al bebé.
Los niños que también tienen hidrocefalia pueden necesitar que se les coloque una derivación ventrículo peritoneal.
Esto ayudará a drenar el líquido adicional.
Los antibióticos se pueden utilizar para tratar o prevenir infecciones como meningitis o infecciones urinarias.
La mayoría de los niños requerirá tratamiento de por vida para problemas que resulten del daño a la médula espinal y los nervios raquídeos.
La terapéutica a seguir es la reparación quirúrgica. Si es necesario también se colocará un dispositivo de derivación del líquido cefalorraquídeo como tratamiento de la hidrocefalia (colocación de una válvula en el sistema nervioso central).
Periódicamente deben realizarse estudios de orina y de imágenes para controlar el funcionamiento y poder tratar posibles complicaciones. Para el tratamiento de la incontinencia intestinal se hace una "educación intestinal", mediante la cual se logra que el paciente regule los horarios para defecar.
El pronóstico de los niños con mielomeningocele es que tengan inteligencia normal, pero con trastornos del aprendizaje y crisis convulsivas. Como el mielomeningocele supone una discapacidad crónica, el seguimiento de estos niños debe ser de por vida
Los exámenes de control generalmente continúan a lo largo de toda la vida del niño. Éstos se hacen para verificar su nivel de desarrollo y tratar cualquier problema intelectual, neurológico o físico.
Las enfermeras domiciliarias, los servicios sociales, los grupos de apoyo y las agencias locales pueden brindar apoyo emocional y asistencia con el cuidado de un niño con mielomeningocele que tenga problemas o limitaciones significativas.
Prevención
Los suplementos de ácido fólico pueden ayudar a reducir el riesgo de las anomalías del tubo neural, como el mielomeningocele.
Es recomendable que cualquier mujer que esté pensando en quedar embarazada tome ácido fólico. Las mujeres embarazadas lo necesitan a diario.
Es importante recordar que las deficiencias de ácido fólico se deben corregir antes de embarazarse puesto que los defectos se desarrollan muy temprano.
Se puede examinar a las futuras madres para determinar la cantidad de ácido fólico en su sangre.
REFLEXION: Un niño con mielo no es un enfermo, es una persona con capacidad diferente, con todos los síntomas de una persona normal, no le debemos tener lástima ni decirles pobrecitos